En un tazón grande, mezcla 1 taza de leche condensada, 1 taza de leche normal y 2 tazas de crema de leche. 

Utiliza una batidora o licuadora para asegurarte de que los ingredientes se integren bien, formando una mezcla suave y homogénea.

Disuelve en una taza de gelatina sin sabor en un poco de agua caliente (aproximadamente 1/4 de taza) y revuelve bien hasta que no queden grumos. 

Una vez disuelta, agrega la gelatina a la mezcla de tres leches y sigue batiendo para que se integre completamente.

En el molde o refractaria, coloca una capa uniforme de migajas de ponqué, cubriendo bien toda la base. 

Vierte sobre el ponqué una buena cantidad de la mezcla de tres leches, asegurándote de que todo el ponqué quede bien empapado.

Repite este proceso hasta utilizar todo el ponqué y la mezcla.

Coloca el molde en el refrigerador y deja que el postre repose durante al menos 4 horas, o hasta que la mezcla esté bien cuajada y firme al tacto. 

Este tiempo permitirá que las migajas de ponqué absorban los sabores y se combinen perfectamente con la mezcla de tres leches.

Una vez que el postre esté bien cuajado, saca del refrigerador y decora con fresas frescas y un poco de arequipe. 

Antes de disfrutarlo, saborea bien la fruta milagrosa durante 20 segundos para transformar y potenciar el sabor dulce del postre.